Las conjunciones
establecen un nexo, liga, vínculo entre diferentes palabras u oraciones.
Conjunciones copulativas (
y, e) y disyuntivas (o, u)
La conjunción copulativa y tiene como función unir palabras u
oraciones en sentido afirmativo, se sustituye por e cuando la palabra siguiente empieza por i o hi, seguida de
consonante.
La conjunción disyuntiva o denota diferencia o separación. Se
sustituye por u cuando la palabra
siguiente comienza por o u ho.
De pose de las principales conjunciones
y de la definición de ellas, da ejemplos, con frases, al lado.
Conjunción
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Definición
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Ejemplos
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Y/e,
que
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Unen
elementos.
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Ni
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Une
elementos negativos.
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O/u,
O ... o ,
Bien ... bien,
Tal... tal,
Ora... ora,
Que... que,
Sea...
sea,
Uno...
otro...
Cual...
cual,
Ya...
ya, etc
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Indican
una opción entre dos o varias posibilidades.
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Pero,
mas, aunque, sino, sin embargo, antes, antes bien, más bien, si bien, a pesar
de, con todo, etc.
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Oponen
una cosa a otra.
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Así
pues, así que, conque, es decir, esto es, luego, o sea, por esto, por (lo)
tanto, por consiguiente, pues, etc.
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Indican
consecuencia y motivo.
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Lee el texto abajo y subraya todas las
conjunciones que encuentres.
EL ESPAÑOL EN EL SIGLO XXI
El español es una lengua en crecimiento prácticamente desde el siglo XVI, y con el tiempo no ha dejado de extenderse. A finales del siglo XIX había unos 60 millones de habitantes. Hoy, el español, con casi 400 millones de hablantes, es la cuarta lengua del mundo, tras el chino, el inglés y el hindi, y todo indica que ni ha tocado techo ni lo tocará en este siglo XXI.
El español es el idioma oficial de una veintena de países del mundo y una de las tres lenguas que habitualmente se consideran oficiales y de trabajo en múltiples organismos internacionales.
Los hablantes de español son –si se tiene en cuenta sólo las naciones donde es lengua oficial– alrededor del 6 por ciento de la población mundial, frente al 8.9 por ciento de los hablantes de inglés o, por ejemplo, el 1,8 por ciento de los hablantes de francés. Otro dato significativo es que el español lo habla el 94 por ciento de la población que vive en países donde es lengua oficial, porcentaje muy superior al 34 por ciento del francés o el 27 por ciento del inglés.
Las proyecciones más prudentes, como las que ofrece el Anuario del Instituto Cervantes, El español en el mundo, prevén que en el año 2050 habrá alrededor de 550 millones de hablantes de español sólo en los países donde es lengua oficial. Quedan fuera, por tanto, los hispanos de Estados Unidos y quienes lo hablan como segunda o tercera lengua, lo que incrementaría notablemente su número.
Pocos bienes hay más accesibles, deslumbrantes, complejos y cercanos que las lenguas. Cualquiera de nosotros posee esa forma misteriosa y directa que permite adentrarse en los claroscuros de las relaciones, de la creación estética, del sueño y de la vigilia..., ese bien que además se adquiere en el fascinante proceso de aprendizaje, de abrirse a un mundo, de nombrar la realidad.
La lengua la crean los hablantes, los escritores, quienes la usan. El español es una lengua moldeada por andariegos e inmigrantes, una lengua de muchas lenguas, y en ello radica una de las claves de su éxito.
El español es hoy, dentro de su diversidad, probablemente el idioma más homogéneo de entre todas las grandes lenguas internacionales y, por tanto, corre escasos riesgos de fragmentación. Es una lengua geográficamente compacta, pues los hablantes se concentran sobre todo en el continente americano.
Es una lengua de prestigio de primer orden, que ha dado a la cultura universal la creación de la novela moderna, una lengua jalonada de excepcionales obras maestras, en la que ha escrito un abigarrado conjunto de espléndidos autores. La dimensión cultural es una de las grandes cualidades del español.
Ahora, le toca ocupar su lugar como idioma internacional, como medio de intercambio científico y económico, y como medio de comunicación. Que el español se convierta en una de las dos grandes lenguas de comunicación del mundo es el gran reto que debe afrontar.
Hay ya mucho camino andado: el peso demográfico, la homogeneidad lingüística –dentro de una extraordinaria y fertilísima diversidad– y el que se trate de una gran lengua de cultura contribuyen decisivamente a alcanzar el objetivo.
Hay que tener en cuenta otro aspecto: la importancia decisiva de Iberoamérica, donde residen nueve de cada diez hispanohablantes. La consolidación de la democracia, el desarrollo económico y la apertura de mercados de las naciones iberoamericanas son claves para la expansión del español en el mundo, y de manera especial en la sociedad de la información.
Fernando R. Lafuente
(http://empresas.arrakis.es/hispaniaestudio-2/texto0.html)
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